17 de octubre de 2010

El mito de Sísifo y nuestras propias rocas.

Los dioses habían condenado a Sísifo a empujar sin cesar una roca hasta la cima de la montaña, desde donde la piedra volvería a caer por su propio peso. Habían pensado con algún fundamento que no hay castigo más terrible que el trabajo inútil y sin esperanza. (Albert Camus en El mito de Sísifo). 

Esa fue la exacta sensación que me invadió hace algunas semanas. Justo en la mitad de la lectura de mi libro, saltó a mi mente un miedo gigante de sentir que todas las mañanas despierto pensando en que se acabe la jornada laboral para poder descansar para no tener tanto sueño en la próxima jornada laboral!. 

Y todo el resto de lo que se viene a mi mente queda clasificado en la categoría "MAÑANA". Mañana me voy a preocupar de eso, mañana lo llamo, mañana contesto el mail, mañana comienzo a ir al gimnasio...

Cuál sería el castigo para Sísifo si a cada paso tuviera la esperanza de conseguir su propósito? Si este mito es trágico, es porque su protagonista tiene conciencia. Y nosotros también. Y sabemos que muchos caemos en el mismo círculo vicioso... y sabemos que no vamos a ninguna parte, hasta que comencemos a caminar! 

¡Por suerte nosotros sí tenemos salida!

Para hacerlo lo más práctico posible, yo decidí hace algunas semanas hacer un experimento con una de las piedras que cargo hace mucho tiempo: el gimnasio. Decidí que no habrán más excusas para no ir, que mi creatividad estaba sobrepasando los límites humanos solo con el fin de evadir un pequeño esfuerzo. Les recomiendo 100% la sensación de "misión cumplida" que se logra cuando comienzas a tomar conciencia y a tomar acción...

Quieres hacer la prueba? Elige algo pequeño, no tiene que ser lo más difícil de hacer, pero sí algo en que tengas ganas de romper el círculo vicioso diario de la inactividad. Deja la condescendencia de lado y exígete un poco más. 

¿Qué roca cargas contigo, sabiendo que caerá cuesta abajo cada noche?
¿Estás dispuesto(a) a comenzar a empujarla hoy y no mañana...?
¿Cómo vas a hacerlo? ¿Alguna recomendación?

PD: Yo personalmente le pedí a mis más cercanos que no me obligen a ir al gimnasio, pero que cada vez que escuchen mi explicación de por qué no puedo (quiero) ir, me recuerden que es una más de mis viles excusas y me ha servido increíblemente!

0 comments:

Publicar un comentario