Quemando las Naves!

Hace muchos años, durante el descubrimiento de América, Hernán Cortés iba a desembarcar en un lugar en que su enemigo superaba a su gente ampliamente en números. Desembarcó en las nuevas tierras, bajó a sus soldados y su equipo y dio la orden de quemar los barcos que los llevaron hasta allá.

Mirando a sus hombres les dijo: "Ven esos barcos quemándose entre el humo? Eso significa que no podremos dejar estas costas vivos amenos que ganemos. Ahora no tenemos otra opción. O ganamos o morimos."

Triunfaron.

En su libro "Piense y Hágase Rico", Napoleón Hill utiliza esta historia para ilustrar su punto de vista de que cada persona que toma un compromiso debe estar dispuesta a quemar las naves tras de si y a cortar toda salida de escape. Solo así puede estar segura de mantener un "ardiente deseo por ganar". Ese es un estado mental esencial para el éxito.

Estás dispuesto a quemar las naves trás de ti?

Lo has hecho antes?

Parece haber un mecanismo automátic de defensa en las personas en que a penas empiezan a pensar en cómo librarse de donde están para vivir en abundancia y éxito, salen a la superficie cada razón en el mundo del por qué no pueden.

Mientras sigan creyendo en sus razones seguirán en el mismo lugar. Jugarán seguros y se perderán la respuesta que está justo frente a ellos. Simplemente no la reconocerán.

Serán como los ingenieros de Henry Ford, que durante un año insistieron que el motor V8 que Ford veía en su mente, con 8 cilindros en un solo bloque, era imposible de realizar.

Ford les dijo que lo diseñaran de todas formas y que siguieran trabajando hasta que lo lograran. Al final del año seguían dicendo que era imposible, sin embargo Ford siguió insistiendo con que lo quería y con que lo iba a tener. Finalmente, casi como magia, el secreto fue descubierto.

Por qué tomó tanto tiempo? Mientras los ingenieros trabajaban, sacaron todas las razones (o excusas) por las que no se podía producir ese motor. Tenían que agotar toda esa lista de razones antes de encontrar su camino para lograrlo.

Y Ford tenía que mantenerse fiel a su visión y no darse por vencido. No importa cuánto tiempo tomara.

Si realmente quieres algo. Si lo quieres con todas tus fuerzas....

QUEMA TUS NAVES...

NO BUSQUES LAS EXCUSAS...

JUST DO IT!

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Long ago, Hernán Cortés was about to set his armies against a powerful foe whose men outnumbered his own. He sailed into the enemy’s country, unloaded the soldiers and equipment and gave the order to burn the ships that had carried them. Addressing his men, he said, “Do you see the boats going up in smoke? That means we cannot leave these shores alive unless we win. We now have no choice. We win, or we perish.”

They won.

In Think and Grow Rich, Napoleon Hill uses that story to illustrate his point that every person who wins in any undertaking must be willing to burn their boats behind them and cut off all avenues of retreat. Only by doing so can one be sure of maintaining “a burning desire to win.” That state of mind is essential to success.

Are you willing to burn your boats behind you?

Have you done that?

There seems to be an automatic defense mechanism in people that as soon as they start thinking about how they can actually break free from where they are and live in abundance and success, every reason in the world why they can’t comes to the surface.

As long as they believe in their reasons, they will stay where they are. They will play it safe. And they will miss the answer that is right in front of them. They just won’t recognize it.

They will be like Henry Ford’s engineers, who insisted for a year that the V8 engine Ford envisioned, with eight cylinders cast in one block, was impossible.

Ford told them to design it anyway and to stay on the job until they had succeeded. At the end of a year, they still said it was impossible, but Ford continued to insist that he wanted it and he was going to have it. Finally, as if by a stroke of magic, the secret was discovered.

Why did it take so long? As the engineers worked, they came up with all of the reasons why they couldn’t produce the engine. They had to exhaust each of those reasons first in order for them finally to tap into the way for it to be done.

And Ford had to stay true to his vision and not give up, no matter how long it took.

If you really want something. If you want it with all your heart...

BURN THE BOATS...

DON'T LOOK FOR THE EXCUSES...

JUST DO IT!